Para la comunidad tecnológica, un "bug" (bicho) es algo más dañino que un animal pequeño. Los bichos, 'bugs' en inglés, son los fallos de programación, esos que enloquecen a los informáticos y cuyas secuelas afectan a la humanidad porque algunos han causado desastres tan espectaculares como la desintegración del cohete Ariane 5 o la mayor explosión nuclear registrada en la Tierra.
El primer "bug" o bicho del que se tiene conocimiento, ocurrió en 1945. La científica Grace Murray Hopper trabajaba como programadora en el laboratorio de cálculo de la Universidad de Harvard y cuando trataba de averiguar la causa de un fallo de un ordenador, el grupo técnico descuió que era debido a una polilla que se había introducido entre los contactos de unos de los relay del computador, por lo que anotaron en el cuaderno de incidencias "First actual case of bug being found" ("Primer caso real de bicho que se ha hallado"), de ahí el nombre de "bug".
Actualmente esa polilla, junto con la hoja de anotaciones, está expuesta en el museo Naval Surface Warfare Center Computer de Dahlgren, en Virginia, EEUU. Desde ese día se han sucedido bastantes incidentes relacionados con fallos de programación.
El primer "bug" o bicho del que se tiene conocimiento, ocurrió en 1945. La científica Grace Murray Hopper trabajaba como programadora en el laboratorio de cálculo de la Universidad de Harvard y cuando trataba de averiguar la causa de un fallo de un ordenador, el grupo técnico descuió que era debido a una polilla que se había introducido entre los contactos de unos de los relay del computador, por lo que anotaron en el cuaderno de incidencias "First actual case of bug being found" ("Primer caso real de bicho que se ha hallado"), de ahí el nombre de "bug".
Actualmente esa polilla, junto con la hoja de anotaciones, está expuesta en el museo Naval Surface Warfare Center Computer de Dahlgren, en Virginia, EEUU. Desde ese día se han sucedido bastantes incidentes relacionados con fallos de programación.
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