La investigación, que en parte ha utilizado unas aproximaciones similares utilizadas en Japón para generar electricidad a través de las olas del mar, podría utilizarse para hacer que los robots caminasen, para desarrollar mejores prótesis o incluso cargar un móvil.
“Hemos creado un músculo artificial que, cuando se aplica electricidad sobre él, se expande en más de un 200 por cien”, explica Qibing Pei, científico de la Universidad de California y autor del estudio. “El movimiento y la energía es similar a la de los músculos humanos”.
Hace ya años que se trabaja con músculos artificiales pero, sin embargo, terminan por lisiarse por sí mismos. Algunos músculos artificiales se hacen tan grandes que se rompen. Ahora, este proyecto ha utilizado un material mucho más flexible, los nanotubos de carbono. Si una zona del músculo falla, la región que la rodea sanará por sí misma al hacerse no conductiva y evitar que el fallo se extienda a otras zonas.
El músculo también permite conservar el 70 por ciento de la energía que utiliza. Esto se debe a los nanotubos de carbono, que generan corriente eléctrica que puede ser capturada y utilizada para generar otra expansión o ser guardada en una batería.
Fuente: Theinquirer
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